Se podría decir que el emprendimiento está en mi ADN. En mi cabeza siempre ha existido la idea de hacer algo por mi misma.
Empecé vendiendo bollos en el patio del colegio. Se los compraba al panadero por 30 pesetas y los vendía a mis compañeras por 100.
Di clases particulares, ofrecí talleres de matemáticas, vendí productos para una empresa multinivel…
Pero cuando realmente mi emprendimiento comenzó a tomar fuerza fue cuando me adentré en el mundo de la costura.
Al principio mi foco era crear productos para venderlos a través de mi tienda online. Pero más tarde el hecho de tener que gestionar stock, materiales, las prisas, asistir a ferias y otras tareas que no me aportaban valor, me hizo detenerme, pensar y pivotar.
Mi propósito es mejorar la vida de cientos y miles de mujeres a través de la costura. Con Morucha Cucamona he conseguido, además de generar ingresos, ver como cada día hay personas que viven más felices y más libres.
Cada día me levanto con una motivación clara: lograr que las personas conecten con ellas mismas, se puedan expresar cómodamente y se sientan comprendidas. Y la costura es el vehículo que utilizo para ello.
Dejé mi trabajo estable y aposté por crear mi marca personal. Sin embargo, al cabo de un tiempo me di cuenta de que tenía una web muy bonita, pero era como estar en el desierto. Nadie la veía y, por tanto, nadie me compraba. No sabía qué es lo que tenía que hacer para tener un negocio de verdad.
Estuve mucho tiempo cegada con la idea de vender mis productos, a pesar de que los beneficios eran muy limitados. Pero cuando conseguí plantar en mi cabeza la idea que en LANZA me habían propuesto y empecé a pensar en lo que me decían mis clientas, encontré la fórmula que le dio sentido a todo mi proyecto.
Cuando descubrí LANZA, pensaba que todo lo que prometía era imposible. No me creí para nada su promesa. Mi tercera hija tenía apenas 6 meses, no sabía de dónde sacaría el tiempo para trabajar en el programa, pero probé. Y menos mal. Encontré la llave maestra que daba respuesta a todas mis dudas.
Aunque reconozco que me costó darme cuenta, porque durante un tiempo continuaba empeñada en la idea de crear mi negocio a partir de mis productos. Pero el ver como mis compañeros creaban programas con los que podían subir precios fácilmente y entregar valor real, me llevó a replantearme la situación.
Con las herramientas y conocimientos que he aprendido en la Escuela Nuevos Negocios, he podido crear un curso online con 70 alumnas, multiplicar mi base de datos por 40, tener un embudo de ventas por el que me llegan nuevas clientas potenciales todos los días y lanzar el Club de la Costura Creativa con 220 personas inscritas.
Me siento más preparada que nunca para trasladar las ideas que tengo en algo factible y rentable y seguiré avanzando hacia la fase de liderazgo.
Un programa de:
liderado por Miquel Baixas
Ayudamos a los profesionales que quieren cambiar el mundo a expandir su negocio con más libertad.
Nuestra misión es crear los mejores programas del mundo en castellano para ayudar a estos profesionales a tomar mejores decisiones.