La mayoría de nuestras creencias limitantes están con nosotros desde que éramos niños.
Algunas tienen su origen en nuestra familia, otras en alguna experiencia pasada que nos dejó una vivencia negativa, también pueden proceder de frases que nos han repetido toda nuestra vida, del entorno en el que hemos crecido…
Sea como sea, entran a nuestro inconsciente rápidamente y es muy difícil desarraigarlas de él.
Hoy quiero contarte qué son exactamente las creencias limitantes, cómo afectan a tu negocio y cómo puedes transformarlas en otras de carácter potenciador para que te beneficien y te acerquen a tus objetivos.
Además, te presentaré la metodología que compartió Saúl Pérez en uno de los talleres ENNFOCO, que sorprendió y que tuvo buena acogida entre los asistentes.
Qué son las creencias limitantes
Podemos definirlas como una percepción subjetiva que cada uno tiene de la realidad.
Porque lo cierto es que pueden ser verdaderas, o no, pero cada uno las ve, según su punto de vista.
Así, por ejemplo lo que para mí puede ser una meta fácil de alcanzar, para otra persona puede ser prácticamente imposible.
La diferencia entre ella y yo es la forma en que percibimos una misma realidad. Lo cual influye de forma directa en la forma en que vivimos y en el logro, o no, de nuestros objetivos.
De ese modo, si tienes pensamientos positivos, te empujarán hacia lo que quieres conseguir, y si son negativos te frenarán por el camino.
En el ámbito de los negocios pueden marcar la diferencia entre conseguir unos resultados, u otros.
¿Son todas las creencias limitantes iguales?
Lo cierto es que existen diferentes tipos. Lo cual no modifica el poder que tienen: crear una realidad.
Y en ese sentido es importante que las transformemos para que actúen a nuestro favor.
Podemos distinguir hasta 4 tipos de creencias limitantes. Paso a describírtelas para ayudarte a identificar cuáles son las tuyas y poder trabajarlas:
1) De merecimiento
Son aquellas que padecemos cuando conseguimos algo sin sufrir por ello. Y es que pensamos que para merecernos un éxito tenemos que sacrificarnos.
En la mayoría de los casos, sin sacrificio, el éxito no es igual de bienvenido.
Si eso sucede pensamos que no lo merecemos, lo cual afecta al trabajo posterior y al mantenimiento en el tiempo de dicho logro.
Ejemplo: No merezco haber vendido 20 programas Premium porque aún no tengo creado el contenido.
Si piensas eso, no podrás poner todo el foco que necesitas en la creación del mismo.
2) De posibilidad
Este tipo de creencias limitantes vienen dadas por las opiniones que oímos sobre algún tema concreto.
Por ejemplo: emprender es muy complicado y encontrar la estabilidad económica es casi imposible.
Si tú asumes esta creencia, aunque lo que quieras hacer es emprender, no conseguirás que tu negocio se convierta en tu medio de vida.
Normalmente este tipo de expresiones proceden de personas que no tienen la fuerza de voluntad suficiente para intentar conseguir algo que envidian de los demás.
3) De identidad
Estas son las que afectan a la percepción que tienes sobre ti mismo.
Comúnmente se dice eso de “no soy suficiente”, “no soy bueno”, “no soy experto”… Y eso merma la calidad de nuestro trabajo.
Porque por más esfuerzo que invirtamos, siempre tendremos esas frases en la cabeza que nos impiden desarrollarnos por completo.
Aquí se podría incluir el síndrome del impostor. Algo que sufren muchos emprendedores y que les limita en su crecimiento.
4) De capacidad
En este caso, lo que ocurre es que lo que vemos en los demás, pensamos que es imposible para nosotros.
Por ejemplo, no sé cómo consigue ese emprendedor facturar 10.000€ al mes, para mí es imposible.
Ejemplos de creencias limitantes y potenciadoras
Como te decía antes, mientras que las primeras te frenan y te impiden conseguir algún objetivo, las segundas te motivan y te acercan a él.
Ya que hemos definido qué son, los tipos que existen y en qué se diferencian, veamos algunos ejemplos.
Creencias limitantes
- No voy a encontrar clientes.
- Seguro que hay gente que lo hace mejor, ¿quién va a querer trabajar conmigo?
- ¿Qué me creo yo para estar haciendo esto?
- Nadie se fijará en mí. Voy a hacer el ridículo.
- Mejor no voy a ese evento, estaré incómodo.
- Eso es para gente más joven.
- No tengo edad para crear un negocio.
- No valgo para esto.
- Por mucho que me esfuerce, sé que no lo voy a conseguir.
- Emprender es una decisión muy arriesgada.
Creencias potenciadoras
- Soy capaz de facturar 100.000€ con este lanzamiento.
- Estoy preparado para sacar adelante mi negocio y tener éxito.
- Valgo mucho para esto.
- Se me da muy bien mi trabajo.
- Soy capaz de ayudar a muchas personas.
- Confío en mí totalmente.
- Puedo resolver cualquier situación que presenten mis clientes.
- Sé que puedo aprender y alcanzar mi meta.
- Emprender no es fácil, pero yo puedo hacerlo.
- Me esforzaré y lo conseguiré.
Cómo afectan a tu negocio
Para responder a esta cuestión, te voy a pedir algo. Piensa en una de tus creencias limitantes, imagina que no existe, y hazte las siguientes preguntas:
- ¿Ayudarías a más, o a menos personas?
- ¿Conseguirías tus objetivos?
- ¿Cumplirías tu misión y propósito?
Tu respuesta te dará la información que necesitas para saber cómo afecta esa creencia limitante a tu negocio.
Si piensas que sin ella ayudarías a más personas, probablemente podrías expandirte y crecer más.
Si has respondido que conseguirías tus objetivos, es porque sin ella tendrías mejores resultados. Ahora mismo te impide desarrollar todo tu potencial.
Y si crees que sin esa creencia limitante cumplirías tu misión y propósito es porque es un obstáculo para cumplir tus sueños y vivir de lo que realmente te gusta.
Así que, ¿qué esperas para deshacerte de ellas?
A continuación te voy a mostrar 3 metodologías para conseguirlo.
Metodologías para transformar creencias limitantes en creencias potenciadoras
Antes de que entremos en materia, quiero que sepas que arrancar de tu mapa de creencias aquello que ha convivido contigo durante años, requiere tiempo y paciencia.
Si no piensa en el revuelo que causó el descubrimiento de que la tierra era redonda, no plana. Incluso a los que defendían esta teoría, al principio, los tachaban de locos.
Cambiar una creencia por otra es un proceso lento. Pero posible.
El método de Saúl López
Saúl propone acabar con las creencias limitantes a través de un juego. Las instrucciones son las siguientes:
- Identifica aquello que más te limita a la hora de vender.
Por ejemplo: no creerte capaz de cerrar ventas por teléfono, sentir que tu cliente piensa que solo quieres su dinero, pensar que el valor que aportas no se corresponde con el precio de tu producto o servicio, no verte merecedor de subir los precios…
- Ponle un nombre.
Llámala como quieras. Te va a servir para dirigirte a ella y tratarla de tú a tú con el objetivo de llegar a un acuerdo que te libere y te haga sentir mejor.
- Háblale como si fuera un empleado.
Dile que ha llegado la hora de despediros. Agradécele todos los años que ha estado contigo y comunícale que ya no la necesitas. Hazlo de este modo para que la despedida sea real.
- Proponle que cambie, o que se marche.
Antes del adiós definitivo, plantéale un trato. Puede quedarse contigo a cambio de que ocupe un nuevo puesto más beneficioso para ti. Es decir, el objetivo es transformar la creencia limitante en potenciadora para que actúe a tu favor.
- Adopta una nueva creencia que no te frene.
Si acepta, déjala marchar y dale la bienvenida a una nueva. Y si no acepta el trato, despídela igualmente y muéstrate receptivo para recibir a tu nueva creencia.
Se trata de un juego basado en técnicas de rol play que te ayuda a darle una oportunidad a creencias más positivas, a la vez que te deshaces de las negativas.
El método de Byron Katie
Byron Katie es una autora americana que estuvo más de 10 años deprimida. Esa experiencia le valió para diseñar un método que sirve para identificar y cuestionar las creencias que nos causan sufrimiento y cambiarlas.
El método se basa en 4 preguntas que debes hacerte ante esas creencias limitantes:
- ¿Es esto verdad?
- ¿Puedes saber con absoluta certeza de que esto es verdad?
- ¿Cómo reaccionas cuando te crees esta creencia?
- ¿Quién serías si no tuvieras este pensamiento?
Las respuestas te irán evidenciando si eso que piensas es verdad, o simplemente es una percepción que te está causando sufrimiento.
El método de la intención positiva
Esta técnica se basa en la parte más positiva de las creencias limitantes.
Propone que, la causa de que conservemos un pensamiento de este tipo es que hay algo de él que consideramos beneficioso para nosotros.
Entonces, para acabar con ella, el método propone realizar los siguientes pasos:
- ¿Qué es lo que mantiene viva esta creencia en mí? Busca ese beneficio por el que no quieres deshacerte de ella.
- Plantea una nueva creencia que te ofrezca ese mismo beneficio y no te limite.
- Transforma esa nueva creencia en un hábito y haz que perdure en el tiempo.
El momento de actuar es ahora
Tienes los conocimientos, las herramientas… Solo te queda dar el paso de usar una de estas metodologías y despedirte de aquello que no te deja avanzar.
Si quieres lograr cambios en tu negocio que te permitan mejorar resultados, sentirte más cómodo, llegar a más personas, o hacerlo más sólido, el primer punto que debes abordar es este.
Porque si uno de los vagones del tren descarrila, no podrá continuar su viaje.
Para ayudarte a conseguirlo, te proponemos que vayas a ver esta masterclass: Las 3 claves para pasar de mentalidad asalariada a emprendedora.
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